Memoria emocional de un proyecto vivo
Parece mentira pero estamos en diciembre, finalizando un año, el 2025, que ha sido muy especial para Mengancho.
El año de consolidación de los talleres, estoy dando más clases y a más personas, lo cual siempre me supone, una tremenda responsabilidad y un enorme placer.
¡Cómo tengo que agradecer a todas y cada una de las personas que pasan por los talleres a aprender o avanzar en este mundo tan maravilloso del ganchillo! Me dais vida y aprendo mucho de todas y cada una de vosotras.
El año también de los retiros. Esos fines de semana dedicados al ganchillo donde nos hemos alojado todas juntas en una casa para tejer, compartir, charlar, vivir,...
Me quedo con dos patrones maravillosos que ya tenéis a la venta, el Bolso Cómplice y el chal Ruana Brisa, los patrones sorpresa de los dos últimos retiros.
Y me quedo, sobre todo, con los abrazos en los reencuentros de las "repetidoras" de esos retiros y los abrazos, cargados de ilusión, en la bienvenida a las nuevas. Compartir esos fines de semana ha sido mucho más que tejer y solo las que han podido estar allí lo saben.
El año del avance en redes sociales, la parte que más me cuesta cuidar pero que, poco a poco, va creciendo, ampliando esta familia que crece alrededor del ganchillo dando calor y color.
Y un año con un montón de proyectos en mi cabeza, quizás de los años mas fructíferos en cuanto a diseños nuevos tejidos, aunque muchos no los habéis visto todavía y de otros proyectos, pensados para compartir con vosotras, que espero puedan ver la luz muy pronto.
Con este deseo de hacer mis sueños realidad, espero que los vuestros se hagan también y que podamos seguir compartiendo en esta red maravillosa hecha de hilos y abrazos.
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